Este período de formación académica se extiende por 4 años y se
realiza después de la experiencia apostólica. Todo jesuita en formación debe
obtener, a partir de la reflexión teológica, una visión integral de fe sobre la
realidad, sobre la experiencia del ser humano en su relación con Dios, y sobre
el misterio divino revelado en Cristo y manifestado en las Sagradas Escrituras.
Se realiza, en principio, en alguno de los tres Centros
Interprovinciales de Formación, ubicados en Bogotá, Colombia; Santiago de
Chile; o Belo Horizonte en Brasil.
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