(Alberto Hurtado Cruchaga; Viña
del Mar, 1901 - Santiago, 1952) Jurista y sacerdote jesuita chileno, conocido
también como el Padre Hurtado. Beatificado por el papa Juan Pablo II el 10 de octubre
de 1994, se le considera una de las figuras religiosas chilenas más relevantes
del siglo XX.
Alberto Hurtado realizó sus
estudios en el colegio jesuita San Ignacio de Santiago de Chile, de donde pasó
a la Universidad Católica de la misma ciudad para cursar la carrera de Derecho,
que concluyó en 1924. Poco después ingresó como novicio en la orden jesuita, en
la casa de formación que la orden tenía en la ciudad de Chillán. Tras ello
marchó a Argentina, España y Bélgica (Universidad de Lovaina) para completar
sus estudios y su formación religiosa. En 1933 fue ordenado sacerdote.
Ya de regreso a Chile, en 1936
comenzó su labor docente en la universidad como doctor en psicología y
pedagogía. En 1942 fue nombrado asesor en el área de juventud de la organización
Acción Católica, con la que recorrió todo el país fundando centros de
asistencia juveniles, sin dejar prácticamente provincia sin visitar. Siguiendo
con su obra social y catequística, en el año 1944 fundó el Hogar de Cristo,
centro creado con el propósito de dar cobijo a los desamparados. Por su intensa
actividad, Hurtado llegaría a ser conocido como "el cura de los
pobres".
En 1948, cuando las ideas
marxistas amenazaban con extenderse por las capas más desprotegidas y la
pujante clase obrera chilena por medio de los sindicatos, Alberto Hurtado creó
un sindicato católico, Acción Sindical Chilena (ASICH), con el objeto de oponer
resistencia a un ideario político que iba en contra de los valores defendidos
por la Iglesia Católica.
Inspirado en la doctrina de la encíclica
Quadragesimo Anno, publicó varios libros y fundó y dirigió la importante
revista Mensaje, que se publica todavía hoy. Entre sus obras destacan ¿Es Chile
un país católico?, El Humanismo social cristiano en los documentos de la jerarquía
católica, Sindicalismo, historia, teoría y práctica, La crisis afectiva de la
adolescencia y La crisis sacerdotal en Chile.
0 comentarios: