I COLOQUIO VOCACIONAL
“Esto que soy… Eso te doy”
Hay un dato que día a día se constata. En la era de la “sociedad del conocimiento, de la información y la comunicación”, nuestros jóvenes, con la ayuda de los potentes medios de comunicación y de la tecnología son cada vez conocedores y poseedores de muchos temas y situaciones, pero al mismo tiempo retardan más la toma de decisiones sobre su futuro. Desde el punto de vista de las opciones de vida se ha ampliado el rango de edad. Por un lado, la adolescencia, entre los 14-17 años (el equivalente al 3, 4° y 5° de educación media) sigue siendo la etapa de las grandes osadías y, por consiguiente, de las decisiones fundamentales sobre la vida, aunque la ejecución sea un poco más tarde. Por el otro lado, eligen un poco más tarde, durante la etapa la universidad y post universitaria cualquier decisión. Hay que aclarar que esta teoría no se puede aplicar a todo el mundo juvenil, y menos en este momento por el que atraviesa Venezuela.
Por consiguiente, el
acompañamiento vocacional entendido como opción cristiana, proyecto de vida, o
la pregunta sobre lo que Dios y la humanidad le piden a cada muchacho/a va desde
el tercer año de Bachillerato hasta el 3 año de universidad aproximadamente,
como ya alguien lo señalaba.
Esta situación
arriba descrita nos pone a millón para establecer con creatividad espacios de encuentros
que ayuden al joven/ a la joven a su proceso de discernimiento. Con ese
espíritu dimos inicio al primer encuentro “Coloquio
Vocacional”, el sábado 27 de junio
destinado a los muchachos de educación media. La cita fue en el Edificio
Regional de Fe y Alegría aquí en Maracaibo, desde la 2:00 pm hasta la 5:00 pm.
Asistieron seis muchachos: 2 del Colegio Gonzaga, 2 de Fe y Alegría, uno del
Colegio Nazaret de “El Moján” (también hace vida parroquial) y el otro del
Instituto “Niños Cantores”.
Comenzamos la
actividad presentándonos. Luego nos respondimos cómo había estado nuestra vida
cotidiana en las últimas semanas o los dos últimos meses; también sobre el paso
de Dios en este tramo
de nuestra existencia.
Hicimos un rato de oración usando de fondo musical la canción de Eduardo
Meana Esto que soy, eso te doy. Cada participante,
después de una breve reflexión, plasmó en una ficha lo que soy, y en otra, lo
que doy. Al final compartimos en plenaria el trabajo realizado fijando en un
papelógrafo cada respuesta. Culminamos la actividad dando gracias a Dios por el
encuentro y deleitando un delicioso helado.
Williams González Jiménez, S.J
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